MESA DE ENCLAVAMIENTO TIPO SIEMENS

 

¿Qué es?

Se trata de una mesa de enclavamientos. El enclavamiento es un sistema de seguridad que data de finales del siglo XIX y que consiste en un mecanismo o conjunto de mecanismos que impiden que se realicen itinerarios incompatibles en las vías ferroviarias, evitando así accidentes o colisiones. Es decir, es un sistema que establece una relación de dependencia entre la posición de los aparatos que configuran la vía, sean agujas, calces, escapes, barreras o cualquier otro y la indicación de las señales correspondientes. Aunque su principal aplicación esté en las estaciones, también existen enclavamientos a lo largo de las líneas ferroviarias.

Los primeros enclavamientos se instalaron a pie de vía y eran específicos para cada aparato, agrupándose posteriormente las palancas en un lugar determinado, como el que podemos apreciar, para facilitar el manejo de las mismas, lo que constituye la base de los modernos enclavamientos ferroviarios.

Como se puede leer en la etiqueta, este enclavamiento es de tipo Siemens, que es uno de los que contó con mayor aceptación y preferencia por las diversas compañías ferroviarias españolas de la época.

¿Cómo funciona?

Se trata de un enclavamiento mecánico, en esta tipología las palancas de mando, además de actuar sobre los elementos de campo a través de trasmisiones tenían sistemas que impedían accionamientos incompatibles entre sí, garantizando el “Fallo Seguro” gracias al cual ningún fallo en el sistema puede comprometer la seguridad del mismo. Estos principios de seguridad se siguen manteniendo en la actualidad en los modernos enclavamientos y vienen dictados por el programa de explotación y la tabla de horarios, a partir de los cuales se definen las tablas de incompatibilidades.

En los enclavamientos mecánicos el mando de cada elemento era individual y la palanca de itinerario garantizaba que se había actuado sobre los mandos correctos impidiendo al mismo tiempo el accionamiento de palancas que fueran incompatibles hasta que no se hubiera desecho el itinerario anterior. Hay que destacar que el establecimiento de las órdenes mediante cables funiculares en estos sistemas limitaba la zona que podía ser regulada por un enclavamiento.

Posteriormente a los enclavamientos mecánicos surgieron los enclavamientos con cuadro de mando, los enclavamientos eléctricos y los modernos enclavamientos electrónicos.

 

¿Un poco de historia?

En los inicios del siglo XIX, el tráfico ferroviario aún no era muy denso. En esa época, para poder pasar los trenes de una vía a otra, para que se crucen, para invertirlos (poner la locomotora en el otro lado), para formarlos (enganchar o desenganchar vagones), o clasificarlos (separar los vagones, sobre todo de mercancías, en función del destino del vagón correspondiente), se inventan las agujas (los desvíos), con sus mecanismos para moverlas y permitir que los trenes se dirijan a una u otra vía. Para gestionar los desvíos, bastaba con que un operario, llamado “guardagujas”, se desplazara por la estación controlando dichas agujas, que estaban separadas entre sí y colocadas junto a cada desvío.

Sin embargo, a medida que se incrementaba el número de trenes y las estaciones ferroviarias se hacían más grandes, los guardagujas se veían desbordados ante la cantidad de maniobras que había que ejercer en cada estación para gestionar el tráfico, llegando a provocar algún accidente por error humano. Al mismo tiempo, para aumentar la seguridad, se coordinaba el accionamiento de los aparatos con la información facilitada al maquinista, mediante enclavamientos, que en sus inicios eran locales.

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Mesa de enclavamiento tipo Siemens

 

Para controlar el tráfico de manera más eficiente y segura, sin necesidad de tener que desplazarse por la estación para gestionar cada desvío, se desarrollan las mesas de enclavamientos, un sistema a base de cerraduras y llaves que permite gestionar todas las agujas de la estación desde un mismo lugar, ofreciendo una garantía de seguridad, en tanto que incluían la información proporcionada por las señales a los maquinistas. Entre los mecanismos de maniobra de agujas y señales de la vía se establecían relaciones tales que no pudiera ponerse en movimiento uno de ellos sin que el otro (u otros) estuvieran en una posición determinada, o viceversa. De esta forma, se evitaban posibles equivocaciones de carácter humano, ya que el mecanismo no permitía realizar un desvío que no cumpliera las condiciones de seguridad2.

 

Surgieron muchos tipos de enclavamientos de entre los que destacan:

§  Enclavamientos de continuidad: cuando están enlazados uno a continuación del otro.

§  Enclavamientos de protección: en vía única se colocan señales protectoras en cada extremo de la vía enclavadas de tal forma que cuando la vía está abierta en un sentido en el opuesto se encuentre cerrada.

§  Enclavamientos de dirección: tienen por objeto permitir, por medio de las señales, que los trenes puedan seguir una dirección determinada de antemano, a cuyo efecto se maniobran aquellas convenientemente después de que las agujas estén en la posición debida. La señal se dispone de modo que autorice el paso en una u otra de las dos direcciones.

 

En el siguiente vídeo, se puede observar el funcionamiento de la mesa de enclavamiento.

VIDEO

 

 

Referencias:

1.- http://ropdigital.ciccp.es/pdf/publico/2004/2004_noviembre_3449_06.pdf

2.- http://www.belt.es/expertos/HOME2_experto.asp?id=3613