Botella de Leyden

De acuerdo con la ley de Coulomb, se sabe que dos cargas de diferente signo separadas por un medio aislante se atraen. Si se dispone de dos conductores de gran superficie y colocados muy cerca separados por un aislador rígido se producirá una atracción entre ellos.

Estas condiciones se producen en la botella de Leyden, que en su forma más ordinaria consiste en una botella de vidrio recubierta de una capa de estaño hasta cerca de su base superior, que está cerrada por un corcho atravesado a su vez por un tubo de latón acabado en forma esférica. Una cadena cuelga de la parte más baja del tubo de latón y toca el interior de la capa de estaño.

La capa de estaño interior puede cargarse con electricidad positiva colocando la parte esférica del tubo de latón cerca del conductor de una máquina electrostática pasando la chispa a la parte esférica y cargando el estaño interior. Esta carga positiva actúa inductivamente a través del vidrio e induce una carga negativa sobre el lado interior de la capa exterior de estaño y una positiva sobre su cara exterior.

Si el conductor exterior se conecta a tierra, el lado más alejado del conductor interior puede considerarse que se ha llevado a una distancia indefinida y sólo permanece electricidad (negativa) en la capa de estaño exterior. Como la capa exterior rodea por entero a la interior, la carga inducida (negativa) será igual a la carga inducida (positiva). Se tienen entonces dos cargas opuestas extendidas sobre grandes superficies y separadas únicamente por el espesor del cristal. Se ha formado un condensador.